EL GARRAPINILLOS VENCIÓ AL SAN MATEO
El Garrapinillos juvenil jugó ayer en Ontinar de Salz, ante el San Mateo de Gállego, su segundo partido. Formó de salida con Gayoso; Alex Velilla, Alfredo, Marcos, Aitor; Mario Calvera, Diego; D. Uruguayo, Jorge, Adrián Serna; y Pirri. Estuvieron en el banquillo Jaime, Alex Fernández, Juan y Alex Navarro, pero jugaron todos; Jaime y Alex Fdez. desde el inicio del segundo tiempo. Desde el inicio prácticamente, comenzó dominando y generando ocasiones el Garrapinillos. Pronto marcaría en dos ocasiones Diego Uruguayo, en una vaselina y en un disparo con la izquierda; a punto de finalizar la primera parte, marcó el tercer tanto Pirri, que antes jugaba de lateral izquierdo y arriba demuestra que posee olfato, velocidad y una gran capacidad para combinar. Aprovechó un buen pase de Mario. En la segunda parte, Jorge le sirvió en bandeja un excelente pase que acabó en gol. Luego, el Garrapinillos siguió controlando el juego unos minutos, hasta que se embarulló el juego: Pirri se hizo con un balón, pugnó con uno, con dos, con tres contrarios, y tras varios empujones y faltas, perdió el control y soltó una mano a un rival. El árbitro, un joven dialogante, lo mandó a la caseta. El San Mateo redujo diferencias. Un poco más tarde, Marcos, en otro lance confuso, creyendo que era falta, cogió el balón con las manos en el área. Penalti y expulsión, y gol del San Mateo. El partido ganó en emoción, los últimos minutos fueron de ataques continuos, de constantes alternativas. No peligró el resultado, entre otras cosas porque tanto Jorge como Diego generaron ocasiones, y el equipo se concentró al máximo. Al final, con nervios y con esa tensión habitual provocada por la ardorosa sangre de los juveniles, el Garrapinillos venció 2-4, porque ejercía de visitante. No fue un partido tan brillante como el del pasado sábado. El equipo dominó más, tuvo ocasiones y las materializó, pero faltó algo de brillantez y de combinación. Eso sí, mostró una característica perceptible: trabajó a destajo, quiso el balón, buscó el área rival e intentó acabar las jugadas. Se notó que estamos en fiestas y que algunos no habían dormido, como Alex Velilla o como el propio Diego, que trabajó a destajo pero no tuvo la claridad de otros días. Pirri será el gran goleador del equipo, y Diego Uruguayo volvió a ser determinante, como lo fue ante el Monzalbarba. Parece lento, parece despistado, parece descentrado en los apoyos y en la tarea defensiva, pero profundizó, se zafó en varias ocasiones de su marcador y marcó por partida doble. El primero tras un rechace del palo, a remate de Pirri; el segundo, fue un zurdazo inesperado desde fuera del área. Adrián Serna realizó un gran partido y estuvo a punto de marcar: el balón se le fue al poste y salió fuera. Jorge hizo otra gran jugada personal y se le escapó levemente una estupenda vaselina. Debutaron dos nuevos jugadores: Juan, que jugó de interior derecha, en lugar de Diego Uruguayo, y Alex Navarro, que reemplazó a Mario, algo lesionado. Ahora llega una semana de vacaciones. El equipo, en esta ocasión, jugó de rojo, y el rendimiento de casi todos fue óptimo. Entre los destacados, hay que reconocer el gran partido que realizó el arquero Gayoso: estuvo sobrio, atento y resolvió con aplomo y seriedad todas las intervenciones. El campo, de hierba natural, estaba en espléndidas condiciones. [En esta foto de archivo, vemos a Diego ante un rival con la camiseta roja del Garrapinillos.]
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